Resulta que ayer apareció una noticia sobre el descubrimiento de una estrella gigante con forma de ¡huevo frito!
Podéis verlo
aquí.
Lo cierto es que comparto con los humanos la fascinación por las
estrellas, cuya luz encandila, despertando en los pobladores de este planeta el interés y la curiosidad por esos astros tan remotos. Las estrellas nos entusiasman tanto como un buen plato de
huevos fritos con patatas, comida favorita de muchos según numerosos estudios e informes que ahora no tengo a mano.
Este paralelismo puede parecer una tontería, pero lo cierto es que las estructuras se repiten y podemos ver imágenes muy parecidas al mirar por un micrscopio y por un telescopio.
Esta es la estrella gigante:
Pero podía ser un girasol desenfocado en blanco y negro.
Esto son unas células:
Al respecto recomiendo el libro "Potencias de 10", de Philip Morrison y Phylis Morrison. No tiene desperdicio.
Es algo parecido al film de Malick del que ya os he hablado,"El árbol de la vida", que propone un viaje desde lo más grande a lo más pequeño, desde el origen del universo a las primeras células, el cosmos, las estrellas y el día a día de una familia norteamericana cualquiera...
Somos simples animales limitados y mortales que habitamos durante un fugaz momento un pequeño rincón del universo, pero nos atrae el
infinito. Y esas ansias de trascendencia y conocimiento las calmamos con un huevo frito.
¿Estrella con forma de huevo frito o huevos fritos estrellados?
¿Superficie lunar o célula madre?
¡Infinito y huevo frito!
Etiquetas: Ciencia